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¿Has oído hablar del facesitting? Esta práctica fetichista tiene cada vez más seguidores. ¡Descubre de qué se trata aquí!
Quizá has llegado hasta este artículo porque buscas innovar en el sexo. Últimamente no te satisfacen igual las relaciones tradicionales. Llegas hasta el final. Pero sabes que podrías haber disfrutado más.
Te has puesto a indagar y has descubierto el BDSM. Estas letras son siglas que significan: Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión y Sadomasoquismo. Seguro que ya has visto algún film erótico en el que sale algún tipo de práctica de este tipo. O incluso sabes de gente cercana que está dentro de este rollo.
Hay diferentes categorías dentro del BDSM. Todas tienen en común el establecimiento de papeles de dominancia y sumisión por parte de sus miembros. Es decir, tú tendrías que ser el que obedeciera o el que manda y viceversa con tu compañera o compañera.
El facesitting forma parte de este lado ‘alternativo’ del sexo. ¿Qué es? Si separas ambas palabras, te das cuenta de la literalidad de su nombre. Face (de cara en inglés) y sitting (del verbo sentarse). Por lo que consiste en sentarse encima de la cara de alguien.
En el facesitting, suele dominar la mujer. Pero hay casos en los que se intercambian los roles y recibe la denominación switch. Ella pone su trasero sobre el rostro del hombre. Generalmente lo hace dándole la espalda. Comienza a mover hacia adelante y hacia atrás y le restriega su vagina y su ano por toda la cara. Va jugando con los ritmos e intensidades.
El sumiso mientras tanto no tiene derecho a hacer nada. Ni a practicarle sexo oral como cunnilingus ni a tocarla. Aunque hay excepciones dependiendo del grado de sumisión que haya adoptado. La gracia de esta práctica está en que quien está debajo del trasero sienta casi una sensación de asfixia. La inmovilidad a través de las nalgas.Insistimos. Es importante establecer antes el nivel de mandato y obediencia.
¿Todavía no has probado el BDSM? Puede que te dé un poco de vergüenza reconocer que te llama la atención. Pero has de saber que no estás solo ni sola. La gente que está en el ámbito del BDSM es mucha.
Aun así, sigue siendo un tipo de sexo velado en cierto modo. Especialmente por el desconocimiento e ignorancia. Bastante gente piensa que son prácticas poco seguras en las que no existe ningún tipo de control. Pero lo cierto es que en el BDSM el sexo siempre está consensuado previamente.
Tener una safeword o palabra de seguridad es primordial. Se trata de algo que os sea fácil de recordar a tu compañera y a ti. Puede ser un color (rojo, amarillo…) o cualquier otra palabra corta y simple. Cuando alguno de los dos la pronuncia (generalmente el dominado) es porque se han transgredido los límites físicos o morales acordados. Y por supuesto, hay que parar.
Para iniciarte en el facesitting Madrid o cualquier otro juego BDSM, primero deberás encontrar con quién practicarlo. Algunas chicas son expertas en facesitting. Otras mujeres, sin embargo, es probable que jamás hayan probado esta práctica. Lo importante es tener curiosidad, respeto y ganas de sentir placer.
Ahora bien, si es tu primera vez, busca a un compañero o una compañera que ya sepa de esta práctica. Porque estará pendiente de ti para que sea algo placentero. Si quieres jugar con tu pareja y ambos son nuevos, acuerda la palabra de seguridad y ve de a poco.
También puedes comenzar con otro tipo de divertimentos BDSM. Combina el facesitting con los disfraces, por ejemplo. ¿Te apetece ser un profesor que se lía con su alumna traviesa? Pídele a tu pareja o amiga que se vista de colegiala y ‘castígala’ con unos cuantos azotitos.Tanto si te apetece dominar como ser el dominado, podéis probar con objetos especializados. Esposas, fustas, látigos, plumas para hacer cosquillas… Todo tipo de elementos para pasarlo bien. Ideales para sentirte como Christian Grey en su habitación roja. Deja que tu chica o tu chico te ate a la cama y se siente sobre tu cara. Sentirás su humedad en tu rostro.
Ahora que sabes un poco más sobre el facesitting, querrás probar esta práctica y seguramente otras relacionadas con el BDSM.
El problema para muchos sigue siendo dónde realizar estas prácticas. Si tienes niños en casa, llevar a cabo estas prácticas puede ser un poco incómodo. Por eso, lo ideal es buscar un espacio seguro y tranquilo. Una noche en un hotel con tu pareja, o la casa de un amigo.
Ahora bien, tal vez tu pareja no esté interesada en los juegos de dominación-sumisión. Habla con ella y cuéntale de tu curiosidad. Tal vez la solución sea incluir una tercera persona a la pareja por una noche o conocer una chica liberal soltera que sepa a la perfección cómo llevar a cabo el fetichismo, la lluvia dorada, el bondage…. Y por supuesto, el facesitting. Por la privacidad, no tienes que preocuparte si has dejado las cosas claras. Estar deshinibido cuando se van a llevar a cabo esta modalidad del sexo es primordial.
Si eres nuevo o nueva, estar en manos de una persona experta del sexo marca la diferencia, especialmente en temas BDSM. Ya que estas prácticas requieren de mayor compromiso, conocimiento y cuidado. Si aún tienes dudas, inscríbete en un taller para aprender más de BDSM o encuentra un chico o una chica liberal con experiencia para iniciarte en el mundo del facesitting. ¡Luego no querrás sacar la cabeza de sus nalgas!
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