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El spanking es una de las prácticas que a muchos les encanta. Sin embargo, puede que forme parte de tu modo de excitarte y no estés siendo consciente ni de que eso tiene un nombre y una técnica. Si te pone dar azotitos, sigue leyendo.
El spanking es la manera en la que denominamos los azotes eróticos. A veces nos sentimos raros porque nos pone golpear. Pero existe una denominación porque obviamente es una práctica que a muchos gusta.
En ocasiones lo hemos practicado y ni nos hemos parado a pensar si tiene un nombre. Pues sí, lo tiene y además, una forma de llevarlo a cabo. Cuesta que algunos lo entiendan, pero en cuestión de sexo, nadie tiene derecho a juzgarnos. Las alternativas al sexo convencional pueden avergonzarnos, pero es una realidad.
El spanking o azotes son principalmente golpes en las nalgas. A veces pueden ser en las piernas, en los pechos o en los propios genitales. Éstos pueden darse con la mano o con objetos especializados. Fustas, palas de madera… y forma parte de las actividades BDSM. Estas siglas significan Bondage, Disciplina, Sumisión y Dominación.
Los juegos BDSM como el spanking no tienen por qué desembocar siempre en sexo. A veces es una cuestión de interpretar papeles que excitan. Uno de los miembros es el que castiga y el otro el que recibe, por explicarlo claramente. Pero siempre desde el consentimiento de ambos. Es muy importante hacer hincapié en esto. Hay que poner unos límites previos a la hora de practicarlo y ver hasta dónde quieren llegar ambas partes y cuándo parar.
Otras veces, esta técnica se practica y da morbo por cuestiones fisiológicas. El culo es un músculo grande que está recubierto por grasa y cuesta estimularlo. Azotarlo permite que haya una relajación de los glúteos. Para llegar a un orgasmo es necesario que la sangre llegue bien a nuestros genitales y las zonas que los rodean. Por esto, las nalgadas pueden ser un buen aliciente a la hora de fomentar la irrigación sanguínea. Si encima la mujer está sobre tus rodillas o un cojín, el placer puede ser mayor. El clítoris se estimula con el roce de la superficie.
El spanking es una práctica que se ha popularizado a gran escala en los últimos años. Prueba de ello es la película Cincuenta sombras de Grey. La saga basada en la trilogía de relatos eróticos de E.L. James se ha convertido en un must.
En ella, el empresario Christian Grey y la joven Anastasia Steele practican todo tipo de BDSM. Las escenas explícitas muestran a una inocente Ana que no sabe lo que es el sexo disfrutando del spanking. Christian, desde su papel de exitoso magnate, le propone a Anastasia llevar a cabo este tipo de prácticas en su ‘cuarto de juegos’. Ambos establecen un sistema de dominación-sumisión.
Para Steele es raro inicialmente. Cuando se da cuenta de la cantidad de excitación que le provoca ser castigada, accede a entrar en el mundo de Grey.
Si quieres sentirte como Christian, no dudes en buscar a tu Anastasia. El spanking es una práctica simple. Así que, para empezar, dale azotitos al culo de tu pareja o amiga, y ve aumentando de a poco.
Golpear en el culo te encanta, te pone a mil. Entonces, aprende los secretos para sacar mayor provecho al practicar spanking.
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