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¿Sueñas con que una chica te haga la felación perfecta? Te damos algunos trucos para que tu compañera mejore su técnica. ¡No fallan!
La felación es uno de los preliminares más efectivos que existen. Es una de las prácticas que más están cotizadas por los hombres. Pero puede resultar muy placentera o ser hasta incómoda. Depende de la habilidad que la mujer tenga para llevarla a cabo y de lo centrado que tú estés.
Sentir tu pene dentro la boca de una mujer es híper excitante. Primero porque le estás viendo las expresiones de disfrute. Y los caballeros somos muy de estímulo visual. Además tener un ángulo ‘dominante’ de la situación es de lo más morboso. Al fin y al cabo, ella se está centrando en complacerte aunque también le guste.
La felación perfecta implica que se utilicen labios, lengua y manos. Así que produce sensaciones muy diferentes a las de la vagina. En algunas ocasiones, gustan más. La humedad que se consigue suele ser mayor a la del coito como tal.
Las mejores felaciones son las que te permiten despreocuparte. Cuando estás en medio de la penetración, surgen algunas inquietudes. Qué posición escogemos, marcar un ritmo, durar lo suficiente como para que ella también se corra… En fin, una serie de dudas que con las mamadas no ocurren. Sólo tienes que destentarte y deleitarte.
Además, con el sexo oral, no hay riesgo ninguno de embarazo. Por mucha protección que usemos, siempre corremos un pequeño porcentaje de ese peligro. Con la felación, evitas un embarazo no deseado.Quizá no hayas encontrado todavía a una mujer que haga un francés perfecto. El no tener una relación con ella implica pudor para pedirle este tipo de praxis. Hablar de tus deseos y romper con la vergüenza es el camino para llegar a la felación perfecta. Te contamos cómo debería ser
Un comienzo despacito asegura buenos resultados casi siempre. La mamada perfecta se inicia dejando que el pene se ponga duro dentro de la boca. Sin movimiento. Sólo tu miembro en el interior para que seas consciente de su aliento y su humedad.
El lubricante es muy importante para una felación perfecta. La saliva a veces resulta insuficiente. La humectación no es buena del todo y se producen fricciones incómodas. Es mejor con una cantidad pequeña de lubricante. Se pone al comienzo para facilitar. Seguro que pasado un rato ya se ha generado la saliva necesaria.
Las manos en algunas ocasiones se quedan al margen. Pero para un francés perfecto, son casi tan vitales como la lengua. Son prácticamente la mitad de la ecuación de la felación perfecta. Coordinarlas bien con la boca es la clave. Se trata de aplicar con ellas cierta fricción y presión. Sumará un extra al trabajo de tu boca.
También viene bien que te pregunten. De este modo irá adaptándose a tus gustos y preferencias en el sexo oral. Lo ideal sería que te hiciera preguntas de respuesta ‘sí’ o ‘no’ para evitar cortar mucho el rollo. Y a ser posible concretas. Por ejemplo “¿Quieres que siga en los testículos?”.
Respetar el ángulo de tu pene es otra de las formas para mejores felaciones. Para llegar a la garganta profunda, esto es imprescindible. Incita a tu compañera a que se coloque de tal forma que el pene no le choque en el paladar. Si tu pene se curva, mejor que no te pongas sobre ella. Es preferible que sea la chica la que se arrodille y tú te sitúes debajo. Así tu miembro se deslizará suavemente por su garganta.¡Que no se olvide de tus testículos! Estimularlos está al mismo nivel de valor que tu pene.
¿Quieres degustar la felación perfecta? Ponte en manos de tu pareja, de una amigo o amigo, o de una chica liberal desconocida pero que posea amplia experiencia en preliminares como el francés natural. I
Ya sabes quién te hará la felación. Ahora es momento de hablar de los que vas a sentir. Si quieres experimentar una buena mamada, ten en cuenta estos consejos.
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